Este 10 de octubre la selección chilena de fútbol ha logrado un nuevo paso histórico en la historia deportiva de nuestro país. Luego de vencer por 4-2 de visita a los colombianos, la “Roja de Todos” logró clasificar al Mundial de Sudáfrica 2010.
Aquella victoria, trajo consigo un mar de gente –en su mayoría vestida de rojo- que celebraba el triunfo por las calles de todo el país. Momentos como estos son de los pocos que logran unir a todos los chilenos. En la conocida Plaza Italia, punto neurálgico de la capital, se podía ver a flaytes y pelolais celebrando juntos -bajo cánticos y vitoreos- la alegría de llegar a la competencia deportiva más famosa del mundo.
Al caminar por las calles, aquella noche, daba la impresión de estar celebrando las fiestas patrias y el año nuevo al mismo tiempo. La gente tomaba alcohol en la vía pública, todos reían, se abrazaban, saludaban y se sacaban fotos con Carabineros. “Chunchos” y “colocolinos” como “momios” y “comunachos” olvidaban sus diferencias; era el Chile ideal, el que muchos desearían. Una fiebre roja que, a pesar de la lluvia, hacía delirar a todos los chilenos.
Hoy ya no existe un dios divino. Él está aquí junto a nosotros y se llama Marcelo Bielsa, quien posee una selección de ángeles que, a su mando, nos han brindado dicha alegría.
Las eliminatorias han terminado y hemos quedado en el segundo lugar de la tabla, a un punto del gigante brasileño. Han pasado cinco días de haber clasificado y ya muchos confían en que ganaremos el Mundial; otros, ya quieren darle la nacionalidad chilena a Bielsa.
Todo lo anterior indica que somos una sociedad desesperada por unirnos, por estar contentos, por desinhibirnos, por mandar todo a la cresta y ser un poco más emocionales y no tan máquinas. Somos una sociedad que buscamos ser felices; si no es por vía propia, que sea a través de un puñado de talentosos deportistas que, luego de varias caídas, lograron lo que muchos consideraban imposible: El éxito.
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2 comentarios:
wena hugo, tu próxima publicación escribe sobre el asqueroso monopolio que tienen las productoras o las empresas que traen bandas de música al país, o espectáculos en general (el futbol también es salado).
Por ejemplo the killers 95 lucas en chile y en argentina 35, la más cara.
son unos hijos de puta, tienen las entradas más caras de sudamérica y de las más altas a nivel mundial. LO PEOR DE TODO ES QUE HAY DEMANDA y yo soy parte de los weones que pagan.
así jamás vamos a tener cultura para todos.
se despide rojo de ira jaja tu compadre lete
a su orden señor! Investigaré sobre el tema.
Saludos y gracias por opinar.
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